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[CAS] Blanca Ochoa: “Los resultados obtenidos del análisis de las cuevas nos han permitido documenta


Blanca Ochoa es Doctora en Prehistoria por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) e Investigadora del Grupo de Investigación en Prehistoria (IT-622-13). Su investigación se centra en el estudio del arte rupestre del Paleolítico de la Región Cantábrica, su tesis doctoral (Universidad del País Vasco, 2016) estudia el espacio gráfico de las representaciones parietales. Actualmente está investigando en la Universidad de Durham (UK) con un contrato post-doctoral del Gobierno Vasco enfocado en la cronología del arte paleolítico cantábrico, trabajo que compagina con el estudio de varias cuevas en la Cornisa Cantábrica.


¿Cuáles son los antecedentes de tu tema de investigación? ¿Y en qué punto nos encontrábamos hace 4 años?


La distribución espacial de las figuras en el arte paleolítico ha sido uno de los temas primordiales a partir de los años 70 del siglo pasado con figuras de la investigación como Leroi-Gourhan que desarrolló el primer estudio de este tipo basado en el estructuralismo. Tras éstas, los estudios espaciales se diversifican, Vialou, Sauvet, Lorblanchet, González-Sainz, Pastoors y Weniger y otros investigadores internacionales y de largo recorrido proponen metodologías, bien basadas en los estudios previos o bien metodologías propias que, sin embargo, no se aplicaron de manera sistemática. Hace cuatro años prácticamente todos los investigadores coincidían en otorgarle gran importancia a la posición de las grafías, sin embargo, no se habían llevado a cabo estudios sistemáticos, únicamente se habían analizado algunas variables en determinados conjuntos pero las diferentes propuestas metodológicas no se habían puesto en práctica de manera sistemática.


¿Cuáles son los principales avances que se han ido incorporando a raíz de vuestro trabajo?

Durante la elaboración de mi tesis doctoral he desarrollado una metodología propia sobre la visibilidad de las grafías y su distribución en la cavidad, incluyendo otros conceptos como las características del acceso a un determinado lugar y el aforo, tanto de los espacios a gran escala como el de los paneles, combinándolo con otras variables como la presencia de luz natural, el contexto arqueológico, el soporte, el tipo de espacio –salas, galerías, gateras,...–, con otras relacionadas con las figuras como su tamaño, su altura al suelo, la posición de ejecución más probable combinadas con otras, tradicionales en el estudio del arte parietal, como el tema, la técnica, la cronología.


Los resultados obtenidos del análisis de las cuevas nos han permitido documentar la existencia de una planificación gráfica a través del posicionamiento específico de las representaciones en la cavidad. En el área geográfica analizada los resultados apuntan a que se seleccionaron preferentemente espacios que dan cabida a individuos solitarios o grupos de pequeño tamaño, hasta 5-10 individuos, aunque también existen zonas en las que podrían potencialmente, haber albergado a grupos de mayor tamaño, a partir de veinte personas. Además, hemos observado diferencias cronológicas en la distribución topográfica de las grafías. Durante las primeras fases del Paleolítico superior existe una preferencia por la ejecución de dibujos de tamaño medio y grande en las galerías principales de las cuevas. Durante el Magdaleniense, entre hace 20.000 y 12.000 años, aumenta el uso de espacios localizados en zonas alejadas del recorrido principal de las cuevas, en pequeñas salas a veces escondidas; además, se prefiere un tamaño menor a la hora de crear las figuras y aumenta el uso del grabado como técnica. Por el contrario, los paneles que se empezaron a utilizar en las primeras fases del Paleolítico superior y se continuaron utilizando en fases sucesivas se encuentran en zonas cercanas a la entrada y son espacios que permitirían la presencia de grupos medianos de ente cinco y ocho personas y presentan una mayor densidad de representaciones. En estos paneles destaca el respeto de las representaciones ejecutadas en fases anteriores indicando que se trataba de zonas que probablemente eran de suma importancia a pesar de que estaban ejecutados en ocasiones, con milenios de diferencia y por grupos o personas que probablemente tuviesen un sistema de creencias diferente.


Recientemente se te ha concedido la beca para la realización de tu postdoctoral, ¿cuáles son los nuevos retos que se te plantean?


Durante la elaboración de mi tesis doctoral se presentó un problema: la cronología del arte parietal paleolítico no está actualmente lo suficientemente definida como para poder llevar a cabo un análisis detallado de determinadas variables. En los últimos años se han producido importantes avances en la cronología del arte paleolítico gracias a la aplicación de métodos de datación, fundamentalmente C14 y Series de U. Estos han permitido progresar en la creación de un marco cronológico pero a la vez los problemas que afectan a las muestras y la aplicación, todavía limitada, de los mismos hacen que quede mucho trabajo por hacer en lo que respecta a la cronología del arte paleolítico. La cronología es una línea de trabajo importantísima debido a que si desconocemos cómo se desarrolló el arte paleolítico, a lo largo de aproximadamente 30.000 años, no podemos avanzar en el conocimiento del simbolismo de los grupos prehistóricos que habitaron la Cornisa Cantábrica entre hace 40.000 y 11.000 años.


¿Cómo ves las futuras investigaciones sobre el arte rupestre?


En los últimos años se están produciendo nuevos descubrimientos de arte parietal en la Cornisa cantábrica, la combinación de las nuevas tecnologías con la colaboración con grupos espeleológicos está permitiendo la localización de conjuntos que, si bien no son tan espectaculares como los hasta ahora conocidos, sí que suponen un avance desde el punto de vista de la investigación, permitiendo llenar vacíos como por ejemplo el que se pensaba que había en el País Vasco. En este área hasta hace apenas cinco años el número de cavidades conocidas era menor a diez, y en los últimos años este número ha aumentado exponencialmente gracias a los avances de los investigadores tanto en Vizcaya como en Guipúzcoa. Estos nuevos descubrimientos nos permitirán conocer mejor las motivaciones de los grupos paleolíticos en cuanto al simbolismo y en consecuencia a su sociedad.

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